lunes, 23 de marzo de 2009

Día 3 y Día 4: ¿te gusta conducir? [Friburgo de Brisgovia]

Este día tocaba atravesar Francia, tierra de gabachos, vinos y baguettes.

*Chiste: Maríiia hazme un francés, - y cojió y le tiró el camión -. *

Salida a las 8 y media de la mañana de Villafranca, lugar donde realicé visita-relámpago a mis tíos. Y cargado con un pantumaca de fuet y de catalana, y barritas energéticas empecé la gran locura, como pensé luego.

Sobre las 11 crucé la Jonquera, lugar fronterizo y 21 € de peaje (en total desde la ahí hasta el último peaje en Francia, ya que en Alemania no hay, me gasté 79 €... ¡una pasada!

Lo más destacable del principio del peaje fue el fuerte viento que había, y es que llegúe a pensar que pilotaba un avión de Ryanair, por las turbulencias... éste duró unas 4 horas y luego ya fue aminorando a medida que entraba en baguetteland.


La gasolina en Francia está a 1,25 € / litro y en Alemania a 1,19 €, con lo que ni iba pisando mucho e intentaba siempre tener el depósito lleno por cualquier imprevisto.


La anécdota fue que cuando llevaba 2/3 de mi camino u más de 800 kms recorridos, me entraron las dudas y pensé que qué carajo hacía yo allí y en qué locura de viaje me había metido, pero al final fue gratificante llegar por fin a ... ¡Freiburg!


Y es que después de 11 horas y media de viaje y 1111 kms uno se alegra cuando ve el cartelito de la frontera con la bandera alemana, vamos... que casi la misma sensación tenía como si hubiese visto aparecer el cartel de Huelva York.


LLegué a Friburgo a las 8 de la noche, y allí me esperaba Dace con su retoño. Rafa estaba trabajando en el Teatro. Despúes de la cena y ducha me iría para allá y lo vería y me tomaría las primeras típicas cervezas alemanas y chupitos de jagermeister.

Rafa propuso que me quedara un día más y ahora acepté, estaba tan cerca de donde quería llegar, que no me importaba ya llegar un poco más tarde... pero necesitaba descansarrr.


El día siguiente fue tranquilo con la familia Bustamante. Tener un bebé es un stress, pero merece la pena. Ich danke euch fur alles.


Mi primer helado en Alemania entró pa dentro con un temperatura exterior de 7 grados. Eso sí, pasé de un pre-verano a una pre-primavera en 3 días y mi moral no lo ha aceptado del todo suficiente bien.

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